Arigato gozaimasu.
Doy las gracias al Primer Ministro Takaichi y al Japón por su liderazgo continuado, y felicito al país por el nombramiento de su primera mujer como Primera Ministra. El Japón no es solo uno de los mayores promotores de la cobertura universal de salud, sino también uno de los mejores ejemplos de avance hacia su implantación y uno de los principales impulsores de la CUS en todo el mundo.
También me gustaría rendir homenaje al difunto Primer Ministro Abe y al firme compromiso del Japón con la CUS. Gracias, Keizo, por tu compromiso con la CUS.
Hoy, la OMS y el Banco Mundial presentan la última edición del Informe de monitoreo mundial de la CUS, que ofrece un panorama general de los avances hacia el logro de la CUS.
Hay buenas y malas noticias.
Primero, las buenas: desde 2000, la cobertura de servicios y la protección financiera han registrado una mejora próxima al 33 % en todo el mundo.
Ahora las malas noticias: en los últimos años, el progreso se ha estancado.
Los últimos datos muestran que 4 600 millones de personas siguen sin tener acceso a servicios de salud esenciales, y 2 100 millones de personas – más de una de cada cuatro en todo el mundo – se enfrentan a dificultades económicas como consecuencia de los gastos en atención de salud.
La mayoría de estas personas, 1 600 millones, viven en la pobreza.
Para fortalecer los avances en la cobertura universal de salud hacen falta tres cosas:
En primer lugar, una estrecha colaboración entre los ministerios de salud y de finanzas, y me complace ver aquí a tantos ministros de finanzas.
En segundo lugar, es esencial invertir en atención primaria y protección financiera. La atención primaria puede prestar el 90 % de los servicios de salud que las personas necesitan. Pero de nada sirve prestar servicios de salud si la gente se empobrece al tener que pagarlos.
Y en tercer lugar, necesitamos los mejores datos como base para las decisiones sobre políticas e inversiones.
Por ello, estoy encantado de que, junto con el Gobierno del Japón y el Banco Mundial, estemos inaugurando hoy aquí en Tokio el Centro de Intercambio de Conocimientos sobre la CUS.
Enhorabuena también al primer grupo de ocho países.
Excelencias, estimados colegas y amigos,
La Constitución de la Organización Mundial de la Salud, que entró en vigor en 1948, fue el primer instrumento de derecho internacional en afirmar que la salud es un derecho fundamental de todas las personas, un fin en sí mismo, pero al mismo tiempo, también, un medio para lograr la prosperidad y el desarrollo.
La cobertura universal de salud es la máxima expresión del derecho fundamental de todas las personas a la salud.
Mi agradecimiento una vez más al Japón, al Banco Mundial y a todos ustedes por su compromiso con la materialización del derecho a la salud, no como un lujo para algunos, sino como un derecho para todos.
Arigato gozaimasu.